En esta ocasión el salón estuvo dividido en cuatro equipos, la actividad consistía en que cada uno debía de sembrar "metafóricamente" hablando, 10 parcelas para sobrevivir por un año, cada uno podía escoger entre una lista las que mejor le pareciera y pensando obviamente en el bienestar de la población, las reglas eran estrictas, y también tuvimos castigos, pues podía tocarnos un clima favorable o no para nuestras cosechas, teníamos que pensar estrategicamente cuales iban a ser los productos que no nos afectaran tanto, pues si al final del día no sumábamos la cantidad mínima solicitada podríamos desaparecer como aldea.
Al final del juego nadie desapareció pero por al menos una ronda todos entramos en crisis extrema por estar al borde, debido a la reglas tan extremas.
Unos tuvimos "buena" suerte al principio aunque no la supimos aprovechar desde el principio. De cualquier manera fue una experiencia enriquecedora y confusa en un principio.
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